Las nietas de Juan Cecilio Teruél quien fue durante más de 25 años comisario de la ciudad de Carcarañá, se encontraron con su tumba vacía. «Solo una tapa pintada de blanco al costado como si se fuera a estrenar». La angustia de Alejandra y Viviana, el pedido de justicia, y la incertidumbre de no saber dónde están los restos de su abuelo.

Alejandra y Viviana Teruél son nietas de Juan Cecilio Teruél quien se desempeñó durante más de 25 años como comisario de la ciudad de Carcarañá. Hace 35 años que falleció y se lo recuerda como un hombre recto y justo, quien, entre otras cosas, consiguió que se edificaran las instalaciones de la actual Comisaría 3ª de esa localidad. Las mujeres ya no viven en Carcarañá, una se mudó a Casilda y la otra a Córdoba. Sin embargo, al enterarse por una amiga de la desagradable noticia de la desaparición de los restos de su abuelo, viajaron a la ciudad y comenzaron la odisea de saber qué pasó.

En diálogo con Pregón, Alejandra relató el angustiante momento que atraviesan con su hermana al comprobar que el nicho donde deberían estar descansando los restos de su abuelo está vacío.

En medio de los saludos por el Día del Padre, Alejandra y su hermana se enteran por una amiga de la familia que el nicho a perpetuidad en el que se encontraban descansando los restos de su abuelo se encontraba vacío. «Llenas de preocupación y angustia viajamos inmediatamente a Carcarañá y pudimos comprobar de forma personal que el nicho se encontraba efectivamente vacío, sin restos, sin lápida, sin nada, solo una tapa pintada de blanco al costado como si se fuera a estrenar«, contó Alejandra.

Y agregó: “El martes 28 llegamos a Carcarañá y pudimos comprobar que no estaba el cuerpo. El miércoles fuimos con mi hermana y mi cuñado a la administración del cementerio a pedir una explicación al funcionario a cargo, Sergio Giacovero. Le preguntamos dónde estaban las notificaciones, si es que habían avisado algo a la familia. Entonces llamó al camposantero para que nos saque las dudas, pero el hombre no sabía nada: «lo debemos haber reducido», dijo».

«¿Con la autorización de quién?», se pregunta Alejandra , «Nosotras somos las únicas herederas. Dónde están los restos de mi abuelo? Al unísono, los dos, responden «no sé». Y pidieron disculpas. ¿Disculpas? Es una situación aberrante, no han cumplido con los procesos legales correspondientes».

Y continuó: «Una hora después nos avisaron que  habían aparecido las notificaciones, que habían sido enviadas en 2017 y en 2019 y el cuerpo. Estábamos shockeadas, ¿cómo sabemos que ese el cuerpo de mi abuelo?

Las nietas de Juan Cecilio Teruél realizaron una denuncia penal en la Fiscalía de Casilda y elevaron una nota al Concejo Deliberante de Carcarañá pidiendo explicaciones para que de manera urgente se de luz a la situación. «Iniciamos causa legal porque no queremos que a ningún vecino le pase. Es horrible llegar a la tumba de alguien pensando que sus restos descansan en paz y ahí no hay nada», aseguró Alejandra. «Hay otros vecinos de la comunidad que pueden ser víctimas de esta situación y nuestra función es alertarlos. Queremos justicia, que se destituya a esta persona del cargo, que se termine con este negocio macabro de la venta de nichos. Yo quiero alertar a la población para que vaya y vea a ver si está su familiar. Uno no puede creer semejante cosa».

«Estamos devastadas, desgarradas, queremos alertar a la comunidad y que este funcionario se destituya del cargo, no se puede tolerar, es inadmisible, siniestro lo que está pasando. Eso es una mafia, queremos justicia y actuamos conforme a lo que nuestro abuelo nos enseñó y a lo que a nosotras se nos ha inculcado. Creemos en la justicia divina y también en la de nuestro país y vamos a ir hasta las últimas consecuencias», sentenció Alejandra.