Será publicado el 16 de agosto en la prestigiosa revista Cell Reports Medicine. Se analizaron 15 combinaciones distintas. El trabajo afirma que los refuerzos son claves contra la variante ómicron.
Un estudio argentino sobre la combinación de vacunas contra el coronavirus recibió el aval internacional y será publicado en la prestigiosa revista Cell Reports Medicine.
El trabajo, liderado por especialistas del CONICET y del Ministerio de Salud de la Nación, comprueba que aplicar vacunas de diferentes plataformas induce una respuesta de anticuerpos mejor o igual que la brindada por dosis homólogas. Además, el estudio enfatiza que los refuerzos son clave contra la variante ómicron.
«En primer lugar, este estudio es muy importante porque permite tener un insumo de información clave para diseñar y llevar adelante estrategias de vacunación, y optimizar las actuales. Recordemos que aún hay muchos países del mundo con niveles de vacunación muy bajos», sostuvo la presidenta del CONICET, Ana Franchi.
Y agregó: «su realización fue a partir del trabajo conjunto de científicos y científicas del CONICET de distintos institutos y Universidades, en combinación con especialistas de ministerios de Salud -de Nación y distintas provincias-, como así también con personal de hospitales públicos».
En tanto, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, y también autora del nuevo estudio, resaltó: «en momentos de incertidumbre a nivel global, porque se trataba de un virus desconocido, y de escasez de insumos fundamentales como las vacunas, la información científica que se iba generando a través de estos estudios de investigación permitió tomar decisiones basadas en la evidencia local para poder proteger a través de la vacunación al mayor número de personas posible«.
Y sostuvo: «Así se tomó la decisión de combinar vacunas de distintas plataformas, lo cual demostró excelentes resultados que permitieron mejorar la protección contra el virus y reducir las hospitalizaciones y muertes, además de compartir la experiencia con otros países».
Del trabajo participaron 1314 voluntarios y voluntarias que se dividieron en tres grupos y cada uno recibió como primeras dosis una vacuna basada en adenovirus (Sputnik V y AstraZeneca) o de virus inactivado (Sinopharm).
Luego se formaron diferentes subgrupos, a los que se les aplicaron segundas dosis basadas en una plataforma diferente. Por ejemplo, esquemas Sputnik V-Moderna (ARN); AstraZeneca-Moderna; Sinopharm-Sputnik V. En total, se estudiaron 15 combinaciones diferentes.
A cada participante se le tomaron muestras de sangre en distintos momentos después de la vacunación y se evaluó tanto la presencia de síntomas adversos como el nivel de anticuerpos y la capacidad que tenían de neutralizar la infección por el virus original de Wuhan.
Para eso se empleó el COVIDAR IgG, el primer test serológico argentino para medir anticuerpos contra el nuevo coronavirus, desarrollado por Gamarnik y su equipo del Instituto Leloir en asociación con el laboratorio Lemos.
«Los niveles de anticuerpos más elevados de todas las combinaciones se observaron entre quienes se habían vacunado con Sputnik V, AstraZeneca o Sinopharm en primera instancia y recibieron la vacuna de Moderna como segunda dosis. Estos niveles de anticuerpos fueron comparables a los observados tras la aplicación de dos dosis de Moderna», aseguró Andrea Gamarnik, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA, CONICET-Fundación Instituto Leloir) y una de las autoras principales del trabajo.
Y relató: «Además, se constató que aquellas personas que iniciaron su esquema con Sinopharm desarrollaron más anticuerpos tras la aplicación de Sputnik V, AstraZeneca o Moderna respecto de quienes recibieron una segunda dosis de la misma marca».
En cuanto a la seguridad, la combinación de vacunas diferentes no causó efectos adversos graves, hospitalizaciones ni muertes. Cuando los investigadores y las investigadoras locales enviaron el trabajo a Cell Reports Medicine todavía no circulaba la variante ómicron, que hizo su irrupción poco tiempo después.
Así, uno de los revisores de la revista sugirió la importancia de sumar evidencia sobre la eficacia de la combinación de vacunas también contra ella. Y enseguida se aceptó el reto: «Tomamos un subgrupo reducido de voluntarios e hicimos el estudio para ómicron, porque entendimos que era lo que se necesitaba en ese momento», reconoció Gamarnik.
«La conclusión fue que es muy importante dar los dos refuerzos, porque si bien las segundas dosis heterólogas, sobre todo si son con una vacuna de ARN, aumentan la cantidad de anticuerpos capaces de neutralizar ómicron, éstos son bajos en comparación al virus original. Los refuerzos son clave para estar protegidos contra la variante más preponderante en la actualidad».
Por su parte, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, señaló: «Una vez más científicas y científicos de Argentina son tapa de una revista científica prestigiosa por sus avances que impactan y son útiles a toda la población mundial».
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