En la conmemoración del Día Mundial del Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a aproximadamente 10 millones de personas en todo el mundo, se destaca el rol vital de la inteligencia emocional en el acompañamiento de quienes luchan contra esta afección.

El 11 de abril marca el aniversario del nacimiento del doctor James Parkinson, el primero en identificar y describir esta condición en su ensayo de 1817, «Un ensayo sobre la parálisis temblorosa».

Aunque comúnmente asociada a la edad avanzada, el Parkinson no discrimina por edad, con el 15% de los pacientes diagnosticados antes de los 50 años. En las últimas dos décadas, la carga global de esta enfermedad ha aumentado en un alarmante 80%, con un incremento igualmente preocupante en el número de muertes.

Esta enfermedad, se caracteriza por síntomas motores como: temblores, rigidez y trastornos de la marcha, así como por complicaciones no motores que incluyen deterioro cognitivo, trastornos del sueño y dolor, entre otros, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el marco de este día, la Federación Española de Parkinson (FEP) ha lanzado la campaña «Reivindiquemos la Inteligencia Emocional», resaltando la importancia de las conexiones humanas en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología. Esta iniciativa subraya la necesidad de compartir experiencias y recibir apoyo emocional como un medio para mejorar la calidad de vida de los afectados.

En un contexto donde la tecnología puede fomentar la soledad, se resalta la importancia de cultivar la inteligencia emocional para promover una sociedad más empática y solidaria.

Aunque la causa exacta del Parkinson sigue siendo desconocida, se cree que una combinación de factores genéticos y ambientales puede desencadenar la enfermedad. Además, se observan disparidades de género en cuanto a la incidencia y presentación de síntomas, con una mayor prevalencia en hombres y diferencias en la sintomatología entre géneros.

El Día Mundial del Parkinson no solo sirve para concientizar sobre esta enfermedad, sino también para resaltar la importancia de la inteligencia emocional en el apoyo a quienes la enfrentan, ofreciendo esperanza y solidaridad en la lucha contra esta condición neurodegenerativa.