Dos jóvenes agrónomos en Santa Fe están implementando un enfoque agrícola que prioriza la sostenibilidad ambiental en todas sus etapas, desde el cultivo en el campo hasta la distribución final.
Juan Ignacio Cooke y Guillermo Galliano, amigos desde la escuela secundaria y graduados en Agronomía, han establecido un negocio innovador al decidir ingresar al mundo empresarial. Iniciaron su carrera vendiendo productos para la protección de cultivos, y posteriormente ampliaron su visión empresarial.
Actualmente, su granja avícola, se destaca como un modelo a seguir en términos de sostenibilidad y eficiencia. Es la única en la región que opera completamente con energía solar, gracias a una amplia instalación de paneles solares que abastece todas sus necesidades energéticas.
Lo más impresionante es que la Granja Yemalá no solo se distingue por la calidad de sus huevos, sino también por su compromiso con el medio ambiente. Utilizan el estiércol de las gallinas como fertilizante para los campos donde cultivan el alimento de las aves, cerrando así el ciclo de producción de manera ecoamigable.
Además, han implementado sistemas automatizados que reducen la carga laboral del personal, optimizando los procesos y garantizando la eficiencia en todas las etapas de producción. Pero su visión va más allá, tienen planes de expansión para establecer nuevos puntos de venta, asegurando que sus productos lleguen a los consumidores en menos de tres días.
La Granja Yemalá no solo es un ejemplo de éxito empresarial, sino también un modelo de cómo la tecnología y la preocupación por el medio ambiente pueden coexistir armoniosamente en la producción de alimentos.
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