La industria en Santa Fe “no está atravesando un buen momento”, ya que se ha registrado una notable disminución en casi todos sus sectores, a excepción de aquellos relacionados con las oleaginosas y el agro, que han experimentado una recuperación tras la severa sequía del año pasado. Este diagnóstico proviene del presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Javier Martín, quien también señaló que la caída acumulada alcanzó el 13 por ciento en el primer semestre del año.

“Es una disminución muy drástica y extensa”, afirmó Martín en Radio 2 , añadiendo que la crisis “afecta especialmente a las pequeñas y medianas industrias”.

El líder de Fisfe indicó que las principales dificultades han surgido de un cierre de 2023 marcado por alta inflación, la devaluación de diciembre pasado y el constante aumento de los combustibles, lo que ha impactado considerablemente en los costos de operación.

Además, tanto los ingresos como los salarios no han logrado recuperar su poder adquisitivo, lo que ha llevado a que el consumo interno se encuentre estancado. “Cualquier gasto que se pueda postergar, se posterga”, expresó Javier Martín.

Con este escenario, las industrias han hecho un gran esfuerzo por mantener su plantilla laboral, “pero la situación se prolonga y muchas han tenido que recurrir a suspensiones”, explicó el dirigente industrial, quien agregó que por esta razón el empleo en el sector ha caído entre un 1.5 y un 2 por ciento, en menor medida que la caída en la actividad general.

Para el presidente de Fisfe, las perspectivas a corto plazo no son alentadoras. “A mediano plazo, las exportaciones de energía podrían resultar beneficiosas, así como la metalmecánica y la minería, pero a corto plazo no estamos observando signos de una recuperación generalizada”, añadió el representante de los industriales de Santa Fe.

Además, subrayó que la industria de la provincia es “muy tecnificada, diversificada y competitiva”, destacando que Santa Fe cuenta con el segundo PIB industrial más alto del país.