La desesperación de una mamá mueve montañas. Hace un tiempo atrás, María denunció que su ex pareja abusó de la hija de ambos y las denuncias fueron desestimadas en dos oportunidades. Ahora, el fiscal General Jorge Baclini dispuso que se abra el caso ya que se investiga un delito contra la integridad sexual.

«Ahora se abre la investigación, que nunca se había abierto y hace un año que estoy pidiendo», señaló María en diálogo con Pregón.

Luego de meses de reclamos, María finalmente logró que el Ministerio Público de la Acusación abra la causa para investigar el hecho donde acusa a su ex pareja y padre de la la hija de ambos de abuso sexual hacia la niña de tres años.

En noviembre del año pasado, la fiscal a cargo de la causa Graciela Argüelles, «desestimó las actuaciones atento que no es posible proseguir con la investigación por no contar con elementos de entidad suficiente para arribar al grado de verosimilitud exigido por el ordenamiento procesal para continuar con la investigación penal preparatoria», manifestaron desde Fiscalía General.

En disconformidad con lo dispuesto, la madre de la niña presentó un escrito «solicitando la revisión de lo resuelto donde expresa que la decisión implica un grave perjuicio a sus derechos y a los de su hija y pide que se convoque a una entrevista al psicólogo que se encuentra a cargo del espacio de terapia al que asiste su hija». Tras ello, la Fiscalía Regional confirmó la desestimación dictada por la Dra. Argüelles, fundamentando que la evidencia no resulta suficiente para obtener una sentencia condenatoria en juicio oral y público. Y justificando su postura en el informe psicológico de la niña , llegando a la conclusión de la conveniencia de evitar la revictimización de la niña.

Desde la Fiscalía General , sin embargo, aseguraron que debe tenerse en cuenta que se investiga un delito contra la integridad sexual , siendo la víctima una menor de edad, por lo que no hay que perder de vista las dificultades probatorias que ello acarrea: “naturalmente que los esfuerzos investigativos deben sopesarse con los daños que la intervención del sistema penal pueda ocasionar a la víctima, sobre todo cuando es una niña, niño o adolescente, procurando erradicarlos o al menos reducirlos a la mínima expresión brindando en este caso la debida atención psicológica”.

En cuanto la revictimización de la niña que había sido uno de los argumentos para desestimar la causa, Fiscalía General señaló que “debe evaluarse cuál es la medida que garantice de mejor forma su interés superior. En este sentido, siempre escuchando la opinión que deberán brindar los expertos en el área, teniendo en cuenta las circunstancias de hecho y de derecho que la no persecución penal puede acarrear, tal como la habilitación a la exposición y contacto de la víctima con el presunto agresor por el régimen de visitas y comunicación que eventualmente pueda ser dispuesto en el fuero de familia, lo cual sin dudas resultaría mucho más grave para la niña que la realización de medidas de investigación”.

La resolución reza que “advierte que restan producir medidas de investigación que podrían resultar de suma utilidad, a los fines de lograr mayor convicción en la acreditación del hecho delictuoso noticiado, entre ellas recabar los testimonios de los psicólogos tratantes y que se les inste a que precisen y brinden mayores datos e información”.