En una gran final de la Liga regional Sanlorencina de Fútbol, los de Capitán Bermúdez se quedaron con el título en definición por penales. Beltrán FC, había dominado casi todo el partido y llegó a tener 2 goles de ventaja. Este es el 3er campeonato de su historia para Cassini.

Una Final espectacular de la Liga Regional Sanlorencina de fútbol.

Era partido único, en cancha neutral. Beltrán FC, el mejor de la fase regular, se enfrentaría a Villa Cassini, el segundo de esa misma fase. Estaba estipulado que si había empate en los 90 minutos, directamente se definiría por penales. Y fue así, nomas, el tiempo reglamentario terminó en empate… Pero no fue un empate donde en los 90 minutos no pasa nada y desde el inicio se sabe que van a empatar… al contrario… Fue un partidazo donde, después del primer gol del partido se pensaba que se iba a definir sin necesidad de los penales.

Beltrán empezó mejor que Cassini, manejando la pelota y tratando de generar fútbol desde la salida. Cassini no podía agarrar la pelota o la perdía rapidamente. Las llegadas de peligro no eran demasiado claras pero potencialmente el equipo de Chapu Flores era el que más y mejor proponía. A los 30 del primer tiempo, Villa Cassini comenzó a emparejar la cosa y fue en ese momento, 32 minutos de juego, cuando un tiro libre, ejecutado por Néstor Suarez, desde la mitad de la cancha, sin mucha fuerza pero muy preciso se le coló al arquero Torrilla y así Beltrán FC se puso arriba en el marcador.

Los últimos 15 minutos de la primera mitad fue de Cassini intentando llegar, pero sin generar peligro y Beltrán tratando de sacar una contra para estirar la ventaja, también sin lograrlo. Así llegamos al descanso y así transcurrieron igual los primeros 10 minutos de la segunda etapa.

Parecía de Beltrán FC.

A los 10 minutos del complemento, una pelota larga de Luis Miguel Díaz a Alexis Ojeda, que pícaro se anticipa a su marcador y cruza el remate rápido antes de la reacción del arquero bermudense y estalla la parcialidad de Fray Luis Beltrán. Era el 2 a 0 y parecía que ese gol sentenciaba el partido. Los minutos que siguieron fueron con Beltrán intentando liquidar el pleito y con los dirigidos por «Miro» Díaz, Cassini, desconcentrados y desordenados en el campo de juego.

La resurección de Villa Cassini.

A los 20 minutos del segundo tiempo, una jugada aislada, un pelota en forma de centro, un cabezazo de Samuel Coronel, ponía a tiro al equipo azul de Capitán Bermúdez. Era el 2 a 1, pero en lo futbolístico todavía era un poquito más Beltrán. El Chapu Flores había tenido que sacar a Alexis Ojeda, por lesión, ni siquiera pudo jugar algún minuto después de haber convertido el segundo gol de su equipo. Justamente «la rubia» Ojeda era hasta ahí el mejor jugador del partido. Por su parte, Miro Díaz había metido para el segundo tiempo a Gustavo Mansilla y era este jugador quién le estaba cambiando la cara a su equipo.

Miro Díaz había realizado también otro cambio, con el ingreso de Gramajo, a quién sacó a los pocos minutos de haber ingresado. Este hecho hizo que los suplentes de Cassini se enojaran con su entrenador y hubo un intercambio de opiniones y gritos, mientras la final se seguía disputando.

A todo esto el Chapu Flores le pedía a sus jugadores que se tranquilizaran que iban ganando y que tenían el partido bastante controlado, pero promediando la segunda mitad, un exceso de Luis Miguel Díaz provocó que el árbitro Alejandro Portillo le termine sacando tarjeta roja. Beltrán se quedaba con 10 jugadores y Cassini se envalentonó.

A partir de ahí, con amor propio y no tanto con buen juego Villa Cassini comenzó a merodear el área de Beltrán. No generaba peligro, pero estaba ahí al acecho. A Beltrán FC no le quedaba la pelota ni para el contraataque. Pero los minutos se consumían y el partido se iba terminando. La incertidumbre era mantenida por el asedio azul, pero principalmente porque había un solo gol de diferencia. Entonces se cumple el tiempo reglamentario y el árbitro levanta los dedos y marca 7 minutos de agregado. Para Beltrán era una eternidad, para Cassini era un suspiro. Para mí como espectador neutral, la final estaba buenísima y daba para seguir disfrutando de un gran partido. Como periodista deportivo, 7 minutos me parecieron excesivos… no porque no se haya perdido tiempo, sino porque habitualmente con el mismo tiempo de fútbol cortado, los árbitros no suelen dar más de 5 minutos.

En esos 7 minutos de adición, Cassini llegó un par de veces sobre el arco de Beltrán sin concretar nada. Pero generó en la última pelota, un tiro libre sobre la izquierda que cayó por detrás de todos justo en la cabeza de Samuel Coronel, el héroe de Cassini que otra vez convirtió para su equipo y otra vez de cabeza. No hubo tiempo para más, 2 a 2 y a definir por penales.

Diego Torrilla, el otro héroe de Cassini.

Samuel Coronel había convertido los dos goles de su equipo, los dos de cabeza y era uno de los héroes. La definición por penales encontró a otro. El arquero Diego Torrilla, atajó 2 remates y llevó a su equipo a un nuevo festejo de campeón de primera división. Fue 3 a 1 desde el punto del penal para desatar la alegría de los bermudenses que a esa altura ya eran un racimo de abrazos en la mitad de la cancha. Jugadores, cuerpo técnicos, dirigentes e hinchas festejando y dando la vuelta olímpica.

Algo para destacar: la caballerosidad.

Es importante decir que la final de la Liga Sanlorencina de Fútbol se desarrolló en paz, se jugó con capacidad reducida de público (por pedido policial), 250 hinchas por club. Se disputó en la cancha de General San Martín y fue una verdadera fiesta del fútbol.

Lo más importante y emotivo de todo, fue el final de la definición, cuando todos los jugadores, cuerpos técnicos y dirigentes, vencedores y vencidos se saludaron, se abrazaron, se contuvieron y se felicitaron. Ninguna situación irracional, ninguna situación fuera de lugar. Es algo que merece ser destacado.