El domingo por la mañana, un antebrazo y un muslo fueron descubiertos junto a un contenedor de basura en el centro de Rosario. Este martes, la parte superior de un cuerpo fue hallada en el relleno sanitario de Ricardone, una localidad cercana.

La investigación por el cuerpo descuartizado hallado el domingo en Rosario dio un giro macabro este martes con el descubrimiento de la parte superior de un cuerpo en el relleno sanitario de Ricardone. El hallazgo estaría directamente relacionado con los restos de un antebrazo y un muslo encontrados previamente en un contenedor de residuos en el centro de Rosario (zona de 3 de Febrero y Laprida).

La fiscal Marisol Fabbro, a cargo del caso, dispuso el traslado de los nuevos restos al Instituto Médico Legal de Rosario para su análisis e identificación. La conexión entre los hallazgos se estableció luego de que perros rastreadores, llevados al predio de Ricardone, apuntaran al lugar donde se vuelca la basura recolectada en los contenedores de la zona donde se encontraron las primeras partes del cuerpo.

En el operativo de este martes participaron también personal de Bomberos y de la Policía de Investigaciones, a través del gabinete criminalístico, encargados de las pericias forenses en el lugar.

Según informó el Ministerio Público de la Acusación este lunes, los cortes practicados a las partes del cuerpo encontradas serían recientes, realizados con armas blancas de “pequeñas dimensiones” y corresponderían a una persona de avanzada edad, aunque aún no se ha determinado el sexo. Los investigadores manejan la hipótesis de que el desmembramiento ocurrió post mortem. No obstante, la fiscal Fabbro ha solicitado exámenes anatomopatológicos y la preservación de muestras para estudios genéticos que permitan identificar a la víctima.

Simultáneamente, se está realizando un relevamiento de cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, en la zona de 3 de Febrero al 800 y 900 de Rosario, donde se produjo el primer hallazgo. En esa zona, además del antebrazo y la pierna, se encontraron guantes de látex con dentadura postiza inferior y superior en un contenedor, y papeles con sangre en otro.

Ángel, el cartonero que descubrió los primeros restos el domingo, relató a Canal 3 el horror del momento: “Yo venía por 3 de Febrero, desde Ayacucho. Cuando llegué, busqué un poco. Del otro lado (del contenedor) estaba la bolsa con una caja. Pensé que era carne de chancho. O de vaca. Me paralicé, no sabía qué hacer. Tenía ganas de llorar. Fue muy feo”. La investigación continúa para esclarecer este escalofriante crimen.

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