«La mataron por una garrafa», fue el resumen que señaló un policía investigado a la muerte de Fermina Barreto, una mujer de 88 años, que fue brutalmente asesinada en barrio 2 de abril de San Lorenzo. El agresor fue detenido en barrio Copello tras haber vendido lo robado a un hombre.

Cuando el hijo de Fermina llegó con su primo de hacer una changa cerca del mediodía, se encontraron con todo revuelto y con Fermina tirada en el piso boca abajo envuelta en una mancha de sangre. «Me cagaron la vida» dijo Hugo, hijo de la mujer. El primo de Hugo señaló que a su hija también le habían robado nueve mil pesos allí en el domicilio de América al 200 en la casa contigua a la de Fermina. Un testigo del hecho relató que vio cerca del mediodía a un hombre salir con una garrafa en los hombros de la casa de la abuela. La policía señaló que la  abuela tenía un fuerte golpe en la cabeza.

El delincuente se tomó un remisse a cuatro cuadras del lugar, sobre Borghi al 200 en Fray Luis Beltrán y se fue hasta barrio Copello en calle Nicaragua e Independencia. Luego no perdió tiempo y le vendió las herramientas; una garrafa de 10 kilos, una amoladora, un percutor y una mochila.

El remisero relató que lo llevó hasta Copello y un hombre que fue encontrado en el predio de la empresa Total Gas en Bermúdez confirmó que le vendieron los elementos. Por lo que la policía, con orden del fiscal Leandro Lucente detuvo a Leandro G., de 30 años en calle Independencia al 100. Los familiares de la víctima tenían el mismo dato y estaban en el lugar.

Mañana el agresor será llevado a la audiencia imputativa en los tribunales sanlorencinos.