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«No me di cuenta que mi marido me engañaba, soy una boluda»

Sin dudas hoy se vivió la jornada más difícil de las cuatro destinadas a la revisión de las condenas de Gabriel Strumia y Roxana Mitchl que comenzaron el martes y finalizaron hoy. Tras la exposición de la defensa, fiscalía y querella hoy hablaron los imputados, y también Alberto Perassi, padre de Paula, la mujer de 34 años desaparecida en 2011, delito por el que están condenados a 17 años de prisión el amante de la mujer y la esposa de éste por un fallo de la cámara penal que los encontró culpables por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada y aborto sin consentimiento seguido de muerte.

Tras la palabra de Alberto Perassi, quien hoy relató en diez minutos todo lo que vivió desde que su hija Paula desapareció y sin quitarle los ojos a Strumia, le pidió que le dijera dónde estaba Paula Perassi, tomó la palabra Roxana Mitchl y relató desde su perspectiva, lo que ella atravesó desde que desapareció la amante de su esposo, y explicó por qué nunca se separó de su marido.

«Fue una pesadilla, me preguntaba ¿Cuándo se termina? ¿Cuándo despierto? Teníamos una vida de familia, una vida tranquila, siempre fui ama de casa, me dediqué a mis hijos, a estar con ellos, hasta que ese bendito 18 (de septiembre) todo se transformó, con la policía, los allanamientos, los detenidos, yo sin saber qué hacer. No somos delincuentes, no estamos acostumbrados a esto. Quiero que ustedes entiendan como la vida a uno se les puede transformar porque si vos hacés cosas malas, las tenés que pagar, pero es muy difícil cuando no hiciste nada. Es muy difícil, enterarme de que me fueron infiel, porque yo me entere después, y es muy feo enterarme es triste que la persona con la que compartiste todo, es una traición pero yo me entere después, ¿Qué iba a hacer me iba a separar? tenia que seguir adelante, tenia los nenes y que iba a hacer me iba a separar, con todo lo que hice para mi familia, dije que no que no me podía separar, me dije aguantá, aguantá la vergüenza de que te señalen en la calle y seguí adelante», expresó entre lágrimas Roxana Mitchl.

Una de las confesiones que realizó la mujer de Strumia, fue que se quedó al lado de su marido para sostener a su familia, y desliza una frase importante; la posibilidad de que haber tomado la decisión de separarse de su esposo, la habría dejado fuera de las acusaciones y el proceso judicial.

«No tenía manera de darle a mis hijos otra cosa, quizás hubiera sido mas fácil que yo me separo, porque quizás no estaría acá hoy, pero enseñe a mis hijos que si hay un problema hay que enfrentarlo. Si me hubiera separado a lo mejor no estaría acá sentada y me tuvieron tres años encerrada, Agustín terminó 7° grado y lo miré por fotos, después empezó primer año y no estuve, me perdí un montón de cosas con ellos. Cuando me fui de mi casa eran dos nenes y un adolescente y cuando volví eran tres hombrecitos, me perdí todo eso, son cosas que no vuelven mas, y a mi me privaron de todo eso, siendo inocente».

Ante el pedido de la fiscalía que de confirmarse las condenas de ambos, se proceda a la prisión preventiva inmediata por peligro de fuga, la mujer respondió: «Nos dicen que tenemos peligro procesal o de fuga, pero nunca nos fuimos de ahí, y a pesar de que nos dicen un montón de cosas y no la estamos pasando bien porque la gente es mala, no me merezco que me insulten en la calle, soy inocente y no me merezco que me digan todo eso y a pesar de eso no cambiamos de casa.

Mitchl aseveró que por palabra de sus abogados, la fiscal le ofreció declararse inocente a cambio de que diga qué pasó con Paula: «Ofrece declararme inocente si Gabriel dice dónde están los huesos de Paula, no puedo hacer eso por que yo no sé qué pasó con ella, me enteré después y se lo voy a decir al papá y a la mamá en la cara, porque parece que no hablamos nunca y siempre hablé y siempre dije lo mismo, no sé, si lo supiera lo diría no estaría sentada acá».

Mirando a los padres, la mujer les dijo: «Yo no sé qué paso con su hija, no sé donde esta su hija, usted tiene el derecho de creerme o no, no la hice abortar, yo no secuestré a su hija, yo no maté, yo ni siquiera sabia ni que salía con mi marido».

«Y si la fiscal me da mi inocencia si digo donde esta Paula Perassi. ¿Todo este tiempo que me tuvieron, me estuvieron boludeando, usando, estuve tres años y medio presa para que alguien declare, para que alguien diga lo que sabe? y añadió: «No me di cuenta que mi marido me engañaba, no tenía sospechas porque pasaba todas las noches conmigo y era normal que vaya y venga en el día, soy una boluda, pero me quedé con él por mi familia «, se reprochó la mujer.

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