Se trata de Rodrigo Javier G., rosarino de 25 años que fue detenido en la medianoche del jueves junto a un menor de 13 años, que resultó ser sobrino de Brandon Bay, líder de la banda de «los Gorditos», que cometiera numerosos homicidios por una disputa territorial narco.

Rodrigo Javier G., de 25 años y oriundo de Rosario, quedó en prisión preventiva por 90 días, tras la audiencia imputativa que se desarrolló ayer en los tribunales de San Lorenzo. Está acusado junto a un adolescente de 13 años, sobrino del narco Brandon Bay de tirotear el jueves por la noche una vivienda en Mitre y Perú de San Lorenzo, donde resultó herida una mujer.

El fiscal Aquiles Balbis, imputó a G., por los delitos de amenazas calificadas y lesiones leves agravadas por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor y portación de armas.

En la reconstrucción del hecho, el fiscal Balbis, planteó el contexto de las disputas territoriales por narcomenudeo que se extienden desde San Lorenzo y otras localidades, entre varias bandas. Una de ellas, es la de «Los Gorditos», con asiento en el barrio Tiro Suizo de Rosario, donde Brandon Bay, ahora en la cárcel de Marcos Paz, imparte órdenes y es jefe de la asociación ilícita donde participan más de veinte personas, entre ellas, sus familiares, que la pasada semana recibieron condenas.

No es menor el dato de que los disparos fueron en la misma zona donde murió Brian Runi Sánchez de 16 años, el 28 de mayo de 2019, y por el que está imputado Brandon Bay, Claudio Ríos y Fabián Agustín Sandoval, estos dos últimos sicarios, quienes bajo las órdenes del primero, dispararon en esa esquina en el medio de una guerra territorial con Willy Velázquez y Víctor Pipi» Leys.

El jueves por la noche, pasadas las 21.30 horas, ingresó un llamado a la comisaría 7° de San Lorenzo, por un tiroteo en Mitre y Perú. Según testigos, un Gol Trend de color banco pasó por la zona disparando y huyendo por calle Perú hacia el sur.

Personal de Comando Radioeléctrico halló el vehículo señalado en ruta 11 y Avenida Costanera, mientras los ocupantes escapaban hacia el arroyo San Lorenzo. Allí fu detenido un menor de 13 años, que resultara ser sobrino de Brandon Bay, mientras el otro logró escapar por el puente Reconquista. El automóvil quedó secuestrado y se hallaron dos celulares.

Más tarde, se tomó conocimiento a través de una mujer, que manifestó en la seccional 7ma., que un masculino se hizo presente en una rotisería de calle Eva Perón y Av. San Martin, pidiendo un remis para ir a Rosario. El Comando de Puerto San Martín detuvo a Rodirgo Javier G., de 25 años. También se secuestró sobre los techos de un domicilio dos teléfonos celulares que estaban rotos y dos pares de guantes, que fueron utilizados para no dejar rastros.

Desde el destacamento del Hospital Granaderos a Caballo, se informó que ingresó una mujer de 24 años con domicilio en Rosario, lesionada, quien manifestó que «mientras caminaba hacia un kiosco notó un auto blanco que pasa y empezó a tirar tiros a otra persona y ella empezó a correr». La bala le rozó la cadera del lado derecho y el pie izquierdo, y se retiró del hospital antes de ser entrevistada.

Puso saberse en la investigación, que la patente del automóvil secuestrado, no correspondía con la marca y el modelo del mismo, y que aún no se sabe con precisión cual de las tres personas disparó, por lo que hay medidas de la Fiscalía en curso.

El juez Eugenio Romanini señaló en su resolución que coincidía con el planteo de la fiscalía y que no puede desconocerse el contexto previo de amenazas y homicidios que ocurrieron cometidas por la banda de Brandon Bay, con evidencia que ya fue acreditada durante la imputación a sus miembros en junio del 2020, como las escuchas telefónicas entre Brandon y sicarios donde ordenaban asesinar a personas.

En ese sentido, el magistrado entendió que al haber sido detenido un menor de edad sobrino de Bay, (que quedó bajo disposición del Juzgado de Menores de San Lorenzo), la hipótesis de la fiscalía de que la banda de Bay podría estar detrás de estos ataques, puede acreditarse.