El pasado sábado por la mañana se registró un nuevo incendio en una comunidad de pescadores de Boca de la Milonga, frente a Granadero Baigorria. El foco fue de tal magnitud que se incorporaron alrededor de 35 voluntarios y vecinos para sofocar el incendio. En gran medida se logró controlar la situación, pero no del todo. 

Aunque con escasas herramientas, muchas personas fueron las que se acercaron a ayudar con la causa el fin de semana, ya que las llamas en Boca de la Milonga llegaron a alcanzar 10 metros de altura y ocuparon un rango de 300 metros, muy cerca de las viviendas de los isleños que se encuentran en peligro. 

A partir de lo ocurrido distintos movimientos de la región empezaron a movilizarse por la causa, uno de ellos es una agrupación llamado Ley De Humedales Ya – Cordón, que inició como un grupo de amigos en WhatsApp y hoy ya integra gente de varias localidades del cordón, desde Puerto General San Martín hasta Granadero Baigorria, y organizan campañas de reclutamiento de materiales que ayuden a apagar los incendios. 

“Nosotros nos organizamos desde Baigorria hasta Puerto, aceptamos donaciones específicas, sobre todo maquinarias como motobombas, generadores, bombas centrífugas, mangueras, palas, baldes, machetes, motoguadañas y aceite dos tiempos para estos tipos de motores. Y otros recursos como agua, frutas y comida para los voluntarios que van a cruzar”, explica Mauricio, uno de los miembros del movimiento. 

Al menos una vez al día algunos voluntarios de la zona se organizan para llevar provisiones, el movimiento del cordón se encarga de organizar la colecta en cada localidad y las personas que van a cruzar a la isla coordinan los viajes con un grupo de Rosario llamado Multisectorial Humedales, que cruzan desde Baigorria, La Florida y Costa Alta.

Cabe destacar la poca intervención del gobierno. “No hay presencia de ningún Estado, quizás están haciendo cosas pero no alcanzan. En los lugares donde el fuego llegaba a las casas no había nadie. La prefectura pasaba con la lancha y solamente miraba”, cuenta Mauricio sobre la situación que vivieron los voluntarios en la isla, y agrega que “es una locura que gente ciudadana se esté haciendo pasamanos de baldes para salvar sus casas, sin ningún tipo de ayuda del Estado”.

Miembros de la agrupación creen que esta situación está estrechamente relacionada con la nueva Estrategia de Reactivación Agroindustrial Exportadora Inclusiva, Sustentable y Federal, a la cual se oponen totalmente.