En medio de la preocupación por los recientes brotes de enfermedades, surge la necesidad de enfocarse en medidas preventivas que beneficien a toda la sociedad. Uno de los pilares fundamentales en este sentido es la inmunización escolar, una herramienta crucial para salvaguardar la salud de los niños y fortalecer la inmunidad colectiva.

Cuando se habla del ingreso escolar, la inmunización se destaca como un requisito esencial. Las instituciones educativas exigen la presentación de un carnet actualizado, garantizando así la protección mediante las conocidas «vacunas de ingreso escolar» o «vacunas de calendario escolar». Estas se administran al comienzo de la educación primaria de manera obligatoria. 

 Entre las recomendaciones para el ingreso escolar, se encuentran:

– La triple viral, que protege contra sarampión, rubéola y paperas.

– La triple bacteriana celular, para prevenir difteria, tétanos y tos convulsa.

– La Salk o IPV, que protege contra la poliomielitis.

– La inmunización contra la varicela.

Además, es de suma importancia volver a inmunizarse a los 11 años, lo que incluye la protección contra la meningitis, el VPH y una nueva dosis de la triple bacteriana.

Por lo tanto, la inmunización es segura y efectiva, y se destaca la importancia de los controles médicos regulares, como consultas pediátricas mediante exámenes auditivos y oftalmológicos.