Luciano Verón (29) ya había estado preso por robo. Su familia no sabía qué hacer con él. Estaba, según dicen, «perdido por las drogas«. Pudo salir de la cárcel por su «buena conducta», pero volvió a delinquir y con un final trágico: se quiso meter a robar a un centro de estética por una ventana de pequeñas dimensiones, quedó atrapado y murió asfixiado.

Todo ocurrió el viernes pasado, alrededor de las 6 de la mañana, en la esquina de las calles Machado de Asís y Liniers, en Llavallol, partido de Lomas de Zamora, donde una mujer alquila un local a otra, llamada Romina, que estableció su comercio con mucho esfuerzo.

Según fuentes policiales, el asaltante -que tenía antecedentes por robo- quiso meterse por una mínima ventana, un ventiluz con un extractor que tenía una reja, pero se atoró a la altura del pecho y quedó con medio cuerpo colgando en el aire. Tras unos minutos de desesperación, murió por asfixia.

Fuentes de la investigación confirmaron a Clarín que los resultados de la autopsia aún no están disponibles pero que «por lo informado por el médico de Policía se asfixió al quedar atrapado entre las rejas».

Además, indicaron que en ese momento no había nadie dentro del local y que lo descubrió un patrullero que hacía su recorrida por la zona.

Sus familiares realizaron una protesta este martes y se quejaron de que «lo dejaron morir, no lo ayudaron y ahora está bajo tierra».

Admitieron además que el joven tenía graves problemas de adicción a las drogas. Su hermana contó al canal A24 que cuando llegó al lugar un policía le marcó donde estaba el cuerpo: «Mamá, allá arriba está su hermano», le dijo.

«Nunca nos imaginamos que estaba colgado ahí», lamentó la mujer, quien precisó que viven a tres cuadras del local.

Romina, que había alquilado la propiedad, se acercó también al lugar y dijo llorando que «es mentira lo que están diciendo» sobre que le saquearon el local.

Fuentes policiales informaron a Clarín que, en realidad, los familiares de Verón arrojaron piedras y rompieron una puerta, enojados porque tardaron en asistirlo, aunque cuando llegaron los bomberos constataron que estaba sin vida.

«Es una desgracia, lo que le pasó a él y lo que me pasó a mí. Ahora no puedo volver a abrir, tanto por respeto a la familia como por nosotros. ¿Cómo hacés para volver a un lugar donde murió una persona?», planteó la comerciante.

Por su parte, la mamá del ladrón fallecido admitió: «Mi hijo quiso entrar a robar y rompimos la puerta para sacarlo. Él estuvo preso, maldigo la hora que el juez me lo dejó salir por buena conducta, hubiese preferido que quedara preso y no que terminara así».

Además, la hermana lamentó que Verón, quien tenía una hija de 10 años, estuvo «de las 6 de la mañana hasta las 9 y media, quedó colgado ahí».

«La adicción lo terminó matando, siempre tratamos de ubicar canales y jamás nos dieron bolilla. Fumaba cocaína, pero trabajaba en una cooperativa. Ese día había consumido, se quedó sin drogas y salió a cometer esto», señaló.

Una prima también habló y pidió disculpas por los daños causados, aunque negó haber saqueado el comercio.

«Es mentira que saqueamos la casa. Mi primo entró a robar, pero no sacó nada de ahí adentro. Si él hizo algo malo, ya lo pagó con su vida. Nosotros no hicimos nada, pedimos disculpas, fue un acto de desesperación porque lo vimos colgado», manifestó.

Policías de la comisaría 4ta. de Llavallol y del Comando de Patrullas intervinieron en el caso, al igual que Bomberos Voluntarios de Lomas de Zamora.

La causa quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 1 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, en manos de Claudia Furnigo.

Fuente: Clarín