La ansiada y anunciada obra de acceso a los puertos de Timbúes parece alejarse cada vez más. Los vecinos de Villa La Ribera y de toda la región están sumidos en la incertidumbre y por ello, una vez más, intimaron al Ministerio de Infraestructura de la provincia ante la falta de concreciones y respuestas.

Tras la licitación y la ampliación del presupuesto, el proyecto aliviaría los vecinos de estar rodeados por camiones no prosperó y las obras no comenzaron. En ese contexto, vecinos de la Villa volvieron a intimar al Ministerio de Infraestructura de la provincia para que responda por la tan anunciada y nunca concretada inversión provincial que prometió construir nuevos accesos viales a los puertos de Timbúes y descomprimir así el paso de camiones cerealeros por la zona de “La Ribera”, cuyos caminos quedan colapsados y los pueblos aislados.

Tras una fallida primera licitación ocurrida a fines del año pasado cuando las empresas, por la disparada inflacionaria, ofertaron un 70% más de lo presupuestado, en enero de este año se abrieron los sobres con ofertas apenas 30% por encima. Pero a 5 meses de aquello, la obra sigue sin adjudicarse.

En ese sentido, la a falta de información oficial terminó colmando la paciencia de los vecinos de La Ribera que esta semana, de la mano de su asesor letrado Fernando Dimase, le enviaron una carta documento a la ministra de Infraestructura, Silvina Frana, reclamando que “a la brevedad” informe sobre el estado actual de la licitación. “Hay un absoluto silencio de las autoridades”, se quejan. Además, la preocupación crece teniendo en cuenta una versión que habla de la instalación de un nuevo puerto en Timbúes.

El 22 de noviembre del año pasado, la licitación para construir un by pass que conecte la ruta provincial 91 con las terminales portuarias de Timbúes se convirtió en un hito para la región.

Tras años de pedidos, notas, reuniones y hasta cortes de ruta que generaron mucha tensión, los vecinos de Andino, Serodino y Timbúes, pero sobre todo de Villa La Ribera empezaron a vivir lo que esperaban que fuera el principio del fin de una pesadilla. La ruta 91 se venía convirtiendo año a año en un pandemonio de camiones. Los reclamos venían por lo menos desde 2005. Pero ese 22 de noviembre se conocieron las dos ofertas para la obra de acceso del tránsito pesado, con un presupuesto de 3 mil millones de pesos y un plazo de ejecución de 14 meses.