Es lo que manifestó Gabriela Venturi, presidenta de la Asociación Civil Baigorria Verde, sobre los incendios en las islas. Y opinó que “era necesario que el Estado se preparara con todas sus herramientas, que hubiera una capacidad de respuesta sólida, sostenida en el tiempo, y una comunicación clara sobre las estrategias para combatir los incendios”, algo que considera que no estuvo.

El pasado domingo luego de la noticia de que había viviendas destruidas por el incendio en la isla frente a Granadero Baigorria, la ONG Baigorria Verde decidió recolectar ayuda para las familias damnificadas e insumos para los voluntarios que trabajan en la extinción del fuego en Boca de la Milonga, zona donde fue localizado el foco de incendio.

Se organizó un equipo de voluntarios para cruzar a las islas entrerrianas en lanchas para asistir a los vecinos de la Boca de la Milonga, ya que sus viviendas estaban en peligro por los incendios. “Alrededor de 30 voluntarios y lugareños, con las escasas herramientas disponibles, lograron controlar algunos focos de incendio y salvar las viviendas”.

Se están recibiendo donaciones en domicilios de integrantes de la asociación, tanto instrumentos para sofocar el fuego como alimentos, ropa y calzado para los isleños, pero lo que más urgentemente se necesita es nafta para generadores y lanchas.

El área náutica del club Rosario Central puso a disposición el espacio para el depósito de donaciones y una lancha para transportarlas. Se recibieron en gran cantidad palas, picos, hachas, agua potable, frutas, galletitas, guantes, nafta y demás materiales que fueron llevados ayer por la tarde y seguirán llevando en los próximos días. “También se juntaron 25 litros de nafta, un insumo indispensable para los generadores que alimentan las bombas de extracción de los voluntarios”. 

Con respecto a la postura del gobierno Gabriela cree que hay una ausencia grosera de los distintos niveles del Estado y que la situación los sorprendió ya que, producto de las sequías y la histórica bajante del río, se generaron las condiciones para que cualquier incendio ocasione un desastre. Y afirmó que “los incendios, por imprudencia o intencionales, no se apagan con la firma de compromisos de suspender las quemas por 180 días, como el que se firmó en Rosario en junio de este año” ya que no sólo continuaron los incendios, sino que las medidas para controlarlos fueron erráticas y confusas. 

Justamente por la ausencia del Estado es que los ciudadanos colaboran como pueden, fueron estos voluntarios quienes se esforzaron por controlar las llamas para que no alcanzaran las viviendas de los vecinos. “Sin herramientas, sin presupuesto, sin formación, lo hicieron. El Estado tenía que hacerlo, y no estuvo y no está”, concluyó Gabriela.