El “jefecito” anunció su alejamiento de la práctica del fútbol profesional, ayer después de jugar con su equipo, Estudiantes de La Plata, ante Argentinos Juniors. Así Javier Mascherano deja atrás una carrera de 17 años en el fútbol de élite, aunque habría que contar un par de años más por su paso por las selecciones juveniles de la AFA.

Por Darío Germán Barone.- Javier Mascherano se cansó. Sí, el hombre de acero, el jugador que no se cansaba nunca, el caudillo de mil batallas, el que se convirtió en “memes” después del mundial de Brasil 2014… El jefecito Mascherano se cansó… aquel que inspiró el “a Mascherano dale un alfiler y un tenedor, sólo te recupera las Islas Malvinas y los ingleses terminan pidiéndonos perdón…”, entre otras exageraciones de su coraje dentro de una cancha de fútbol… Pero hay que decir una cosa, más allá de la verdad de Perogrullo, Javier Mascherano fue muchísimo más que solo un jugador con valentía y amor propio. Fue, el sanlorencino, un futbolista que además de todos esos atributos físicos y de personalidad, tenía una sabiduría conceptual del juego y una capacidad técnica como pocos. En definitiva, se retira uno de los mejores jugadores argentinos de la historia de este deporte.

Sus equipos:

A los 36 años dijo basta. Pasaron 10 clubes por su vida y 11 camisetas. Las primeras en forma amateur y las restantes como profesional (la de la Selección Argentina fue en ambos casos, amateur y profesional). Repasemos: En el infantil de la Liga Regional Sanlorencina de Fútbol jugó para Cerámica San Lorenzo (denominado en un tiempo Alianza Real) y para Barrio Vila. Luego pasó a Renato Cesarini de la Asociación Rosarina de Fútbol. Jugando en ese equipo fue citado por primera vez para la Selección Argentina Juvenil. Luego su pase a River Plate y el debut en la Selección Argentina de mayores que se produce en julio de 2003 (antes de que debute en la primera de River, hecho con poquísimos precedentes en la historia del fútbol argentino). Desde acá la historia más conocida. De River a Corinthians de Brasil, luego al West Ham y al Liverpool de Inglaterra, de ahí al Barcelona de España, luego al Hebei Fortune de China y por último Estudiantes de La Plata para cerrar su carrera.

La Selección Argentina:

Fueron 4 mundiales de mayores disputados (2006, 2010, 2014 – Subcampeón- y 2018), uno más como Sparring de los mayores (2002). También dos mundiales Juveniles (2001 Sub 17) y (2003 Sub 20). Participó de 5 Copas América logrando 4 subcampeonatos y participando también en dos juegos olímpicos ganando la Medalla de ORO en ambos (2004 y 2008).

Con sus equipos fue 25 veces campeón, entre torneos de Ligas, Copas nacionales, Copas internacionales y Juegos Olímpicos.

Su pico de popularidad lo tuvo cuando fue figura indiscutida del mundial 2014. De ese mundial hay tres jugadas emblemáticas. La primera cuando frente a Bélgica una foto lo muestra desde atrás, enfrentando a dos rivales que lo superaban en contexto físico y altura. La segunda y la tercera son dos postales de las semifinales. Por un lado cuando se estira y queda dolorido, sobre el final del partido para cortarle la posibilidad de gol al holandés Robben y después declaró que en esa jugada de recién “me abrí el ano”. La otra postal fue cuando la tv captó el momento en que abrazó al arquero argentino Sergio Romero y lo arengó con la ya célebre frase “hoy te convertís en héroe”.

De todas maneras, Javier Mascherano fue muchísimo más que esos 3 recuerdos puntuales. Y hay un dato que marca que su trayectoria como futbolista está más allá de los clubes en los que jugó, que su hilo conductor y su motivación no es (era, en realidad, desde ayer) otro más que la Selección Argentina de Fútbol, de la cual tiene el privilegio de ser el argentino que más partidos jugó con la selección mayor (147 encuentros) y el segundo jugador argentino con más partidos en mundiales (20 encuentros, uno menos que Maradona). Además, jugó otros 50 partidos en selecciones juveniles y Olímpicos.

Mascherano le dijo adiós al fútbol. Estaba claro que el fútbol no iba a retirar a Mascherano.